Muchos vecinos de la zona norte del municipio de Elche, a lo largo de los últimos 10 años, han sufrido por así decirlo, ciertos “problemas medioambientales”, que han afectado, sin lugar a duda a su calidad de vida, además del perjuicio económico que implicaron los mismos en algunos casos.
Empezando por una cerámica que produjo durante muchos años, ruidos, carbonilla, malos e insanos olores y polvaredas, hasta que se logró su cierre, tras no pocos años de lucha. Curiosamente, no disponía, ni de licencia de apertura, ni de instalación.
Por la misma época, unas cuantas familias vieron perturbado su descanso, cuando Riegos de Levante, instaló nuevos motores en la 7ª elevación, que producían vibraciones en sus casas de cierta consideración, no podían ni dormir. En esta ocasión, tras la respectiva movilización, se atajó el problema y se le dio la solución oportuna, levantando toda la conducción para encontrar un tablón, que producía tales molestias.
Poco después, a alguien se le ocurrió la feliz idea, de “colocar” lodos y fangos de la depuradora de Algoros, a secar en unos terrenos colindantes a zona urbana, concretamente en Bonavista. Eso si, tras las protestas y gestiones oportunas, se retiraron en 24 horas.
También hemos de recordar, la famosa fosa séptica de Residencial Bonavista, que vertía al barranco de San Antón los líquidos “sobrantes”, y rezumaba en una pared junto a la entrada a la citada urbanización, y que además del olor, daba miedo a los vecinos por un posible desprendimiento. Todo ello, como consecuencia de la licencia dada a la empresa que construyó unos 100 chalets. Problema resuelto recientemente y afortunadamente, al instalar primero el colector y luego el alcantarillado de la zona, eso si, en una gran parte, con cargo a los presupuestos de la Comunidad Económica Europea.
Transcurrido poco más de un año, otra empresa introdujo “casualmente”, colorantes, disolventes y detritos humanos en la cañerías de agua potable, en La Galia, restableciéndose el servicio al día siguiente, sin las garantías correspondientes. Y ¡como no!, curiosamente, la empresa tampoco disponía de las correspondientes licencias de apertura e instalación.
Más tarde, y con una repercusión geográfica superior, se instala la Planta de Basuras, que de partida no cumplía con la legalidad vigente, en la disposición de la distancia a núcleos de población, 2000 metros, y con la oposición de los vecinos de las partidas colindantes. Aún así, se procedió a su instalación, eso si con los permisos “legales” correspondientes. En el año 2003, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, dicta sentencia a favor de los afectados, donde dice que es ilegal el PGOU en lo referente a su ubicación, lo que conlleva implícitamente la imposibilidad de dar una licencia de actividad. En lugar de asumir, lo que era más que evidente, se presenta un recurso de casación ante el Supremo, es decir, se trata de dilatar, no nos equivoquemos, lo que supone para los vecinos 4 años más, hasta lograr la sentencia que lo certifica condena incluso a pagar las costas procesales. Mientras tanto, los vecinos han soportado y siguen aguantando, las pestilencias que produce, y hasta han presenciado varios incendios en sus instalaciones, que por cierto eran nuevas. Ahora seremos los contribuyentes, los que tendremos que pagar la mala gestión de los políticos, que no supieron gestionar, y asumieron riesgos innecesarios por razones no del todo claras.
Recientemente, la instalación de una fábrica de asfaltos, para la realización de las obras de ampliación de la autovía Alicante – Murcia, claro provisional, durante más de un año, y sobretodo en el verano, ha provocado no pocas molestias a los vecinos situados en zona urbana y urbanizable colindantes, Bonavista y La Galia, y con el agravante de estar situada a 200 metros del Colegio Público La Galia. Hay que resaltar, la contaminación que este tipo de plantas genera, tóxicos cancerígenos, polvaredas, y los ruidos especialmente durante la noche, que impiden conciliar el sueño, pues sus calderas funcionan las 24 horas del día. Y ¡como no!, sin licencia de actividad, ha estado funcionando, por un mal llamado interés público, que no corresponde a una empresa privada, la que ejecuta las obras. En la actualidad, se está desmantelando, dado que éstas han finalizado, ¡menos mal ¡.
A todo esto hemos de añadir, la quema indiscriminada de residuos tóxicos: caucho, plásticos, gomas, cartón, residuos del calzado,… y que en no pocas ocasiones, se realiza con nocturnidad, y en pequeñas cantidades, para no poderlas detectar, produciendo sustancias cancerígenas, que van a parar a la atmósfera que respiramos todos.
Por último, se pretende abrir un Vertedero de Residuos y Almacenaje de Peligrosos, en la pedanía de Ferriol, que como la Planta de Basuras mencionada anteriormente, no cumple con la legalidad vigente. Se publicó un edicto del alcalde, para que en el plazo de 20 días, se procediera a presentar las alegaciones oportunas. Se presentaron alegaciones por parte de dos entidades, y parece ser, que no se han tenido en cuenta, ni siquiera se han contestado. Por parte del Ayuntamiento de Elche, se dictaminó informe favorable a la Consellería de Territorio y Medio Ambiente. Afortunadamente, en este caso, la “sensibilidad” de los concejales de Limpieza y Aperturas, de la que carecieron anteriores gobiernos municipales, ha hecho, que se paralicen las obras, y se pueda presentar el correspondiente recurso de revisión extraordinaria del proyecto.
¡Para colmo!, el futuro Parque Industrial en la partida rural de Las Vallongas, dicen algunos vecinos, que podrá albergar industria de carácter “poco saludable”.
Es por todo ello, que muchos vecinos de la zona norte del municipio de Elche, a menudo se preguntan ¿qué pasa?, y otros comienzan a preguntarse, ¿somos el culo de Elche?, ¿qué clase de dirigentes políticos municipales nos gobiernan? ¿Qué responsabilidades van a asumir por el desaguisado de la Planta de Basuras? Otros ven en estas cosas sus ventajas, y dicen: “a los escolares y demás gentes, no les hará falta utilizar la brújula para guiarse hacia el norte del municipio, tan sólo tendrán que utilizar uno de sus cinco sentidos, el olfato. Será suficiente”. Algunos incautos se tranquilizan, cuando oyen a los actuales políticos con rotundidad, firmeza y seriedad, decir: “vamos a trabajar por el bienestar de los vecinos de Elche”. Y por último, los hay que piensan en una Entidad Local Menor, como remedio a un largo y continuado desprecio. En fin, hay gente para todo, ¿o no?
Publicado en el periódico INFORMACIÓN - Tribuna. El miércoles 7 de noviembre de 2007
